lunes, 16 de noviembre de 2009

CRONICAS, ARTICULOS DESDE CUBA



AQUILES Y LOS DICTADORES
Por; Rafael Bueno
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Aquiles el controvertido guerrero de la Grecia Clásica cuando se hizo hombre a todos les parecía un guerrero invulnerable ante las armas del enemigo. En la famosa batalla de Troya un soldado enemigo logró clavarle una flecha en el talón desprotegido, instruido por alguien que conocía su debilidad. El enemigo logro alcanzarlo por el único lugar donde podía ser herido.Toda persona, plano o institución tiene una parte vulnerable donde no esta protegido si se le ataca.

Por lo general las dictaduras parecen invulnerables. Y no solo algunos gobiernos dictatoriales también fuerzas militares, agencias de inteligencia, empresas privadas, comandos militares, prisiones, campos de concentración. Y resulta claramente entendible que estas fuerzas están controladas por un grupo pequeño de personas, pero con mucho poder.

Estas personas ineficaces e impotentes tienen un Punto G nombrado Oposición efectiva. Están sumergidas bajo una creencia fanática, aturdida, endiosada y culminada en fanatices mentiras que los pueblos certeramente creen. Estos jerarcas individuos despóticos no permanecen inmutables en su posición y rangos, sino que pueden elevarse o caer a otros niveles.

En dependencia de su fallo laboral puede ser separado por completo (Por algún tiempo) y sustituido por un personal nuevo tal vez con las mismas diferencias del anterior. En un régimen dictatorial paulatinamente la ideología puede erosionarse, los símbolos y mitos pierden su solides a través del paso de la fuerza como dictadura. Más cuando influye en la visión la realidad, los pueblos conocen sus leyes y deberes y asimismo exigen sus propios derechos.

En los comienzo del fin de estos sistemas comienzan los conflictos institucionales internos y la rivalidades y hostilidades personales. El 75% del pueblo demuestra hostilidad y apatía al régimen, Los estudiantes e intelectuales pueden impacientarse por las condiciones críticas, por las restricciones, la escasez y finalmente la represión.
Siendo así el caso las fuerzas militares incluyendo la policía y otros sectores gubernamentales pueden actuar de cualquier manera (acorde las circunstancias). Muchos de estos ejemplos son debilidades intrínsecas de los regimenes de tantos que quedan por el mundo. Tal es el ejemplo que los dictadores se comparan con Aquiles guerrero que ningún golpe podía dañarlo. Pero en la Batalla de Troya la herida fue fatal simplemente porque alguien conocía la debilidad del ilustre guerrero.
ESTADO DE SITIO.

Por: Rafael Ferro


“Para salir a la calle de noche hay que pensarlo más de dos veces”, le dice un hombre a otro al pasar por mi lado. Me estoy acercando al puente de entrada a la ciudad y veo un auto de la patrulla metropolitana. Dos policías registran a un señor que viaja en bicicleta.

Al pasar junto a ellos, uno de los dos policías me mira de arriba abajo. Se separa un poco del hombre al que registran y entonces me llama.

-Tú, ven acá.

Me detengo. Camino hacia el uniformado.

-Diga usted –le respondo.

Vuelve a mirarme de arriba abajo y me pide los documentos de identificación. Camina hacia el otro policía. Hablan algo en voz baja. Regresa y me devuelve los documentos. En ese mismo instante terminan de registrar al señor de la bicicleta.

Aún estoy en el lugar cuando parten velozmente en el auto. El señor de la bicicleta mueve la cabeza y me dice con cierto disgusto:

-No es fácil, amigo; hoy en día para salir a la calle hay que pensarlo dos veces.

Entonces me doy cuenta. Dos personas, en un mismo día, han pronunciado la misma frase. Otro auto patrullero pasa por mi lado pitando la sirena. Respiro aliviado cuando estoy llegando a mi casa. Si tengo que salir nuevamente, lo pensaré mejor mañana
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Manuel Ñongo) Puig algo más que Cubano

Por: Rafael Bueno


Todo fue como han sido todos los juicios llamados revolucionarios en Cuba;
Una burla a lo que representaba el sistema judicial. Había Terminado la audiencia y se pronunciaron las siete sentencias a muerte; una multitud convocada escuchaba desde afuera de la sala de audiencia y en medio de grandes aplausos se escuchó la lectura de los siete condenados al pelotón de fusilamiento.

Entre los siete condenados estaban el comandante Humberto Sorì Marín redactor del primer borrador de la ley de reforma agraria y Manuel (Ñongo) Puig Miyar, un joven patriota Santiaguero. Manuel Puig nació el 10 de Agosto de 1924 en Santiago de Cuba en el seno de una familia humilde. En Oriente vivió sus primeros 18 años de vida. Su familia al mudarse para la Habana continuó sus estudios en el colegio Salle hasta el Bachiller.

Ñongo como lo llamaron desde muy Niño también se destacó como atleta. Primero en el equipo de Fútbol de la Universidad de la Habana; Luego como remero del Club Bitmore Yacht donde representó a Cuba en las Olimpiadas de Londres de 1948. En Febrero de 1949 contrajo matrimonio con Ofelia Arango guíen es hoy directora de M.A.R. POR CUBA en Miami. Ñongo Puig tuvo cuatro hijos que tuvo restrictivamente,

Manuel Puig Miyar como todo joven que ama su patria estuvo al tanto de todos los acontecimientos políticos del momento; Seguía con interés el proceso Político- Social que atravesaba el país y se sintió frustrado y enojado como muchos jóvenes de aquella época. Pasó corto tiempo cuando a dos meses de las elecciones correspondientes Fulgencio Batista perpetuó un golpe de estado. Su frustración y enojo se convirtió en el arma que debería empuñar para derrocar la dictadura que acababa de comenzar.

Junto a otros jóvenes como Domingo Trueva, Rogelio González Corzo, Eufemio Fernández Ortega, Nemesio Rodríguez Navarrete y otro gran grupo de jóvenes comenzó a trabajar en actividades clandestinas y como muchos creyó en las falsas e inciertas promesas que vociferaba Fidel Castro desde la Sierra. Luego tras el paso del 1ro de Enero de 1959 vino su total desilusión y convencido de que todo lo que Castro dijo era totalmente mentira e implantó el comunismo soviético en la Isla Y volvió de nuevo al clandestinaje.

Pero esta vez en contra de la nueva dictadura implantada, la dictadura de Fidel y Raúl Castro. Trabajó en diferentes grupos Militares opositores al régimen. En una de las acciones un informante infiltrado los delató. Fatalmente en los arrestos también calló su hermano Ramón Puig quién sería condenado posteriormente a 15 años de prisión. Manuel varios días después tiene que abandonar el país de inmediato.

En Miami formó parte de la brigada 2506 luego de varios meses de entrenamiento se alistó para uno de los grupos de infiltración desembarcando clandestinamente en Cuba junto a un nutrido Grupo de Brigadistas, organizaron la misión de Bahía de Cochinos. Manuel fue arrestado junto a su esposa Ofelia Arango de Puig que también trabajaba en el clandestinaje. Fatalmente las detenciones fueron antes de la invasión.

Un mes después la dictadura Castro-Comunista preparó un circo- juicio tipo tiempo de Stalin- Hitler. A los acusados se les avisó media hora antes del juicio preparado, ya se sabía la condena antes de hacer el juicio, sin tiempo para abogados ni tramites legales duró mas de 10 horas el montaje que bien parecía una buena obra de teatro. El juicio terminó con elogios y consignas a favor del máximo-dictador y el sistema Castro-Comunista.

Finalmente se leyeron los nombres. Fueron siete los condenados al pelotón de fusilamiento. En la misma madrugada del 20 de Abril. Los amarraron con sogas de pies y manos y los llevaron a la capilla de la muerte. Ofelia, la esposa de Manuel intentó acercarse a el para despedirse por última vez de su esposo negándole hasta el intento y a punta de bayoneta fue obligada a subirse en un camión para retornarla a prisión.

Los llevaron al paredón uno a uno esa misma noche. Tenía 37 años cuando fue fusilado en La Cabaña en aquella madrugada del 20 de Abril de 1961.
Manuel (Ñongo) Puig está en las paginas de la historia y en una lista de casi 6000 fusilados por el régimen dictatorial y cobarde de Fidel Castro. Ellos y muchos más han pasado a ser algo más que patriotas, que mártires Cubanos. Fueron y serán siendo como hoy son casi todos los Cubanos desafectos del régimen más criminal, vil y antiguo de América Latina.


FUSILADOS EN SIERRA MAESTRA.

Por: Rafael Ferro Salas.


El guajiro decidió seguir en la guerrilla. Cuando llegaron al otro campamento el comandante lo mandó a buscar.
-¿Me mandó a buscar, jefe? –preguntó el guajiro detenido en la entrada de la cueva que servía de oficina al comandante.
-Hay que hacer otro juicio, guajiro. Así que ve preparando las cosas –le dijo el comandante sin alzar la cabeza para mirarlo.
El guajiro seguía parado a la entrada de la cueva sin decidirse a entrar. Por fin caminó hasta donde estaba el comandante, se detuvo frente a él y le dijo:
-Yo no voy en ese otro juicio, comandante. Escojan a otro para que me…
El comandante no lo dejó terminar. Se levantó del banco donde estaba y dándole un tirón al libro que leía respondió gritando:
-¡Tienes que participar, carajo, es una orden!
-Pues yo no voy a cumplir esa orden, comandante. Pueden hacer conmigo lo que quieran. Yo no me alcé para matar a los míos. –Le respondió el guajiro enfrentándosele.
-Entonces yo te juzgo a ti por insubordinación y hasta por traición. –Amenazó el comandante manoteándole en la cara.
Cuando estaba oscureciendo llegó el hombre con la comida. Se sentó en el suelo junto al guajiro y después de entregarle el rancho le dijo en voz baja:
-¿Qué habrán decidido hacer, compay? Al comandante se le antojó juzgarte por insubordinación.
-Me tiene sin cuidado lo que hagan. Lo mismo me da estar vivo que estar muerto –contestó el guajiro mientras colocaba en el piso la vasija con la comida.
Comenzaba el invierno y en la sierra oscurecía más temprano. Era agradable estar en el monte durante ese tiempo; no había mucho mosquito y las gentes se fatigaban menos durante las caminatas largas y necesarias. El guajiro levantó la mirada hacia el cielo y empezó a recordar.
Los guardias llegaron de noche en dos camiones. Derribaron la puerta del bohío a golpes y sacaron para el patio al guajiro y a su esposa. La mujer tenía apenas dieciséis años y por su delgadez lucía más joven aún.
-Tú me vas a decir ahora mismo por donde se fueron los guerrilleros, guajiro. –Le dijo el que estaba al frente de los soldados.
El guajiro se mantuvo en silencio. A la orden del jefe todos empezaron a golpearlo. Por la mañana se despertó en medio del fango y el agua. Le dolía todo el cuerpo debido a los golpes. Lo habían tirado sin sentido en el corral de los puercos. Se levantó con mucho trabajo y dando tumbos caminó hacia el bohío. La puerta estaba derribada en el portal, entonces pudo ver el cuerpo de su esposa tendido en medio de la salita en un charco de sangre… estaba muerta. También habían matado a todos los animales de corral y al perro.
Después fue que decidió unirse a los guerrilleros. Era la única forma de sacarse del cuerpo todo el odio que sentía contra los soldados. A fin de cuentas ya no tenía nada que perder.
-¿No vas a comer, compay?
La pregunta del hombre le sacó de golpe los recuerdos malos. El guajiro bajo la vista del cielo y respondió:
-Estaba recordando cosas tristes. Cuando a uno se le llena la cabeza de cosas tristes lo mejor es morirse. Ojala y me fusilen mañana mismo.