REALIDADES QUE HACEN PENSAR

CAMBUTE EL TRISTE SUEñO PARA SOñAR

Dentro de las penurias de la humanidad se encuentran los problemas habitacionales, por lo que la Isla de Cuba no escapa a esa realidad resultante de un problema multifactorial, pero de manera paradójica las viviendas con menos condiciones para su habitabilidad son las que habitan las personas de la raza negra.

Lo anteriormente planteado no es aceptado por las autoridades gubernamentales cubanas de manera crítica, pero las realidades se ocultan solo un tiempo, y mucho más si estas realidades dañan a gran número de personas, partes también de las sociedades, y en ello no intervienen las ideologías políticas, credos religiosos, ni géneros.

Los poblados mal llamados marginados, ya que la marginación es el resultado de la sociedad, acogen en su mayoría a personas con bajo o ningún nivel de instrucción educacional y desposeídos de la ayuda de organizaciones que el Estado ha creado para ese fin, y no por fatalismo, son negras y negros, los cuales son en estos momentos olvidados de forma dramática.

La población infantil la más dañada y sufrida, se observa en estos ámbito sin el amparo que requieren, faltándoles lo más esencial para los seres humanos, la alimentación y las mínimas condiciones para un desarrollo físico y mental adecuados, la indiferencia de muchos, unos por desconocimiento y otros por verlos merecedores de su suerte.

Es momento de que las personas de la raza negra se identifiquen con su status y raza y sientan el orgullo del color de su piel, sin vergüenzas, ni miedos y luchen con inteligencia por su espacio natural, el cual no es un regalo de los blancos, es su derecho y necesidad, ya que es imposible el total desarrollo de una nación donde una parte de sus habitantes se encuentren en la más penosa marginación y olvido.

Un significativo número de personas negras y blancas en la Isla de Cuba están luchando en diferentes campos para lograr que el modo de pensar y de proyectarse de los negros cambie, cosa está vital para alcanzar los derechos civiles de los mismos, de manera real y no cosmética, como hasta el momento ha sucedido, lo que no ha llevado mejor vida a los negros.

La sordera institucional y gubernamental debe ser combatida de manera constante y sólida por todos los de la raza negra, no importa si es de manera individual o en grupos lo importante es no cesar en el empeño, y lograr la integración racial que blancos y negros necesitan, para que los que pertenezcan a razas no caucásicas, vivan en mejores condiciones y con el reconocimiento social a los que todos tienen derecho en cualquier parte del mundo.





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